Dulce desvelo...

 
En este lecho de tierno cuidado
mi solitaria noche hoy reposa
envuelta en la inmanencia deliciosa
del profundo cariño prodigado
por la mano de un hombre enamorado
que me cubre con caricias de rosa
besándome con su boca mimosa
y sonrisa de niño ilusionado.

Tú colmas mi vida de tal manera
que hasta el vacío llenas en tu ausencia
y la luz que me prestas reververa
en el amor valiente y la prudencia
que cultiva fiel esta guerrillera
nutrida con el Arte de tu esencia.

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